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NN

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Los Angeles Jim tenía la voz madura siendo muy joven, cuando grabó su primer disco,  The Doors . Algo de un Elvis grave y denso; un ser auténticamente rebelde, y más que eso, totalmente orate, o mejor dicho, poseso, alucinado, un chamán. Nadie nace músico, poeta, sacerdote o soldado. Jim Morrison se fue haciendo El Rey Lagarto porque tenía muchas cosas qué decir y demostrar. Quien tiene visiones recibe de ellas la fuerza, el arte y la lucidez para que estas se hagan comunicables. Jim tenía esa voz única, y tenía a su grupo y a las palabras. Y bailaba como un danzante de tijeras ebrio. Un concierto era algo más que un negocio. Igualmente, un disco o un libro de poemas. La vida no puede ser un negocio. Por eso a los veintisiete años dijo hasta aquí nomás. Como Rimbaud, sintió que ya había dicho y demostrado lo suficiente. Tenía que dejar libre a ese espíritu. Su voz ya había quedado grabada en seis discos. Cuando llegué al ex Morrison Hotel, en Hope Street, solo vi un viejo edificio ab

NN 1 (De "Album")

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NN 2 (de "Album")

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M Tengo 53 años y vuelvo a escribir vuelvo a Kansas en donde Manuel sigue muriendo de cirrosis y E. Munch tiene un hijo que no quiere estudiar y Melquiades fuma un porro en Puente Nuevo y Mendelssohn canta y baila como Mick Jagger vuelvo a Kansas y con M escribimos Manchester Martín (Adán, Heidegger…) Marilyn Mamá Tengo 53 años y morí junto al padre Romero en El Salvador y dormí con los  homeless  en el centro de Madrid y comí tripitas en el suelo con la diosa Ceres Juré le prometí a la estatua de Lorca dejar de escribir poesía pero volví a Kansas cantando  Walk on the wild side saltando con mis zapatos rojos brincando por la avenida México tarareando tiu tu ru tu ru tu tu rui tu tu ru tu ru… Qué dirá mi novia cuando llegue a casa y no vea una bolsa de carne sino una hoja con este poema mis manos de sangre serán apetitosas entonces nuestras tripas cantarán Tengo 53 años conocí la eternidad en el amor el amor en el resplandor del cielo cuando éramo

Pequeño Libro Musical

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  Don’t Stop Til You Get Enough (No pares hasta conseguirlo)   Apenas oía a James Brown decir: “Fellas, I'm ready to get up and do my thing  / I wanta get into it, man, you know…  / Like a, like a sex machine, man,  / Movin'... doin' it, you know  / Can I count it off?  ”, alborotando su pequeña alma, Joseph se levantaba de su cuna y sujetándose del borde de metal se ponía a bailar. Sus primeros pasos de baile eran flexionando las piernas, moviendo el tronco de arriba abajo, agitándose, como saltando pero sin despejar los pies de la cuna. Decir que era un paso de baile es un eufemismo, porque Joseph aun no sabía caminar. Algo en la magia   funk de la canción lo ponía así en sus primeros meses de nacido. Ese duo de voces entre el “Padrino del Soul”, James Brown, y Bobby Bird, lo electrizaba: “ Get up, (get on up)/ Get up, (get on up)/ Stay on the scene, (get on up)/ a like a sex machine (get on up) ”. El pequeñito Joseph hacía su baile sin despegar la mirada hacia s

El Ultimo Viaje de Camilo

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  Laura   La Neblina En invierno la neblina llegaba a ocultar el pedazo de cerro que se veía desde la esquina de 28 de Julio con Huánuco; la neblina ocultaba también el ladrido de los perros, la caricatura de las ratas muertas que tiraban los buenos vecinos enfrente de aquella esquina. Era la esquina del Hotel Lima; el Maestro a veces hasta podía silbar mientras   adivinaba el número de cuerpos de las ratas, cuyo hedor, por suerte, podía lo mismo ser tapado por la neblina de las mañanas, y, por la tardes, confundirse con el comercio. La neblina iba penetrando en sus ojos hasta desbordarlos, primero carcomiéndolos, así hasta llegar a la tráquea y más abajo, dejándolo sin voz. Sus pulmones se fueron marchitando y no podía respirar bien. Sobre todo por las noches, en que se las pasaba como si estuviera sumergiéndose en el fondo del mar, como si desde ese hundimiento aun alcanzara a ver aquel punto de luz sobre la superficie de la avenida, y ese punto apenas luminoso también dañara s

Memoria de Felipe

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                                                                CAMINA EL AUTOR   Has de saber que todo el reino tenía cuatro reyes, cuatro partes. Felipe Guamán Poma de Ayala. Nueva corónica y buen gobierno .   1   Sentado en el microbús de regreso a su cuarto, abrió el papel doblado en cuatro, la letra de Serafín decía: “Ya no vengas, escritor, lo más seguro es que te estén investigando”. No se sorprendió, era algo que había imaginado posible aun antes de ir por vez primera al penal. Después de un rato de estar pegado a la ventana, recordó las convulsionadas épocas cuando empezaba a frecuentar la calle del Centro hasta que, tras la captura del presidente del partido el 12 de setiembre de 1992, se inició el acoso, con detenciones a gente de la cultura ligada a la izquierda. Bastaba pertenecer a la contracultura, como los Lunáticos Poetas, para ser considerado un sucio rojo, terruco. En aquel entonces Felipe no pudo evitar sentir miedo, y por precaución dejó de ir un tiem