"La Migrante" de Rocío Hervias
Rocío Hervias es poeta, maestra, gestora y promotora cultural.
Licenciada en Educación en la Especialidad de Lengua y Literatura por la
Universidad Femenina del Sagrado Corazón. UNIFÉ. Egresada de Literatura en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ganó los Juegos Florales de la UNIFÉ con
su primer Poemario A dioses, Alejo Ediciones (1999). Ha sido incluida en
diversas revistas y antologías, como Los diez. Antología de la nueva poesía peruana
(2005) La Manzana Mordida, entre otras. Publicó Hospital Pirovano. Editorial
Lord Byron (2019). y fue presentado en Barcelona, París, Munich y Calabria.
Estos poemas inéditos pertenecen al libro que publicará en este año 2021: La migrante.
DÍA 6: SALIDA
I
La raza Inca nos pertenece y nos llama, es esa flama
que está en nuestra sangre, nos arrastra bajo
los rieles de sus faldas.
Todavía recuerdo cuando estaba en el Tahuantinsuyo, vivíamos tranquilos y azulados, había problemas, pero los cerros los callaban.
II
Era regionalista, mi tierra; el
amor a los árboles nos pertenece.
Llega y convierte lo que te depara la Pachamama.
III
Sin salida es rápido llegar al inicio.
Los elegidos caminan hacia el mar.
Sin migrar,
el alma de los abuelos me recuerda a ella,
¡Cusicoyllur!
¡Cusicoyllur!
DÍA 7: Cusicoyllur
I
La estrella -que
levantas en mi memoria,
era conocida por aquellos que la tienen.
Tú, algunos días, llevaste
en la cabeza aquellos recuerdos
de unos atardeceres finales.
Lima, la carne la llevas en los sudores,
tantos caminos queridos y no alcanzados.
Están debajo, carcomidos por nuestros ancestros.
La ruta, a veces, te hace olvidar lo que no quieres.
II
Todavía recuerdo cuando estaba en el Tahuantinsuyo, vivíamos tranquilos y azulados, había problemas, pero los cerros los callaban.
Llega y convierte lo que te depara la Pachamama.
Los elegidos caminan hacia el mar.
Sin migrar,
el alma de los abuelos me recuerda a ella,
¡Cusicoyllur!
¡Cusicoyllur!
era conocida por aquellos que la tienen.
Tú, algunos días, llevaste
en la cabeza aquellos recuerdos
de unos atardeceres finales.
Lima, la carne la llevas en los sudores,
Están debajo, carcomidos por nuestros ancestros.
La ruta, a veces, te hace olvidar lo que no quieres.
Algunos llantos nos recuerdan el cariño.
Frecsialinda era una joven,
ni la papa amarilla
que nos rodea.
Eso era lo vivido y no lo recordaba.
aunque ellos te digan lo contrario.
Salimos por la bulla que tu pueblo hizo en el territorio.
Recrea sin mirar, vendrán generaciones y tú estarás en ella. Eres el elegido.
Tus padres, te llevaron: Cusicoyllur y él.