Un poema de "Migratorio" (2021) de Miguel Lescano
"’Yo soy Batman, el que viaja por los cielos de Lima.
Intrigante mestizo de Valdivieso city’. Así empieza el poema Lima Gótica del
artista plástico y poeta Miguel Lescano, cuya obra está influenciada por la
presencia de la ciudad que contempla detenidamente como un ave (o un
murciélago) en pleno vuelo. Sus obras, enmarcadas en un lenguaje contestatario
y urbano, toman elementos del pop art, del cómic y el graffiti para crear una
realidad abstracta, potente y sobre todo colorida de la urbe, a través de la cual
ofrece una mirada crítica e irónica respecto a la fragilidad y transformación
de la sociedad limeña actual." (María Fernanda González Labbé)
Portocarrero – Perú
A Víctor Vich
Inmanente de bacterias
Batman mira con sombro
el desierto multicolor de Lima.
Gonzalo Portocarrero escribe:
Batman no es una máquina
y no siempre hace lo que debe.
El ser melancólico y crispado de dudas
camina con sus negras botas de metal
sobre el manto sagrado de mi memoria.
Una vez más un rayo plateado sucumbe
ante el desierto fluorescente. Altar.
Esto es una despedida arguediana.
Me encuentro orando dados sobre papeles.
Vallejo mira desde otro desierto
el verano candente de esta Lima loca.
Elevación. Cerros poblados de personas
meditan en su cielo amarillo
y buscan agua para beber nuevos sueños.
Rosa pop en miradas.
La bandera peruana se esparce
como luciérnaga señal en el horizonte.
Víctor Vich me envía fotos de Batman
para celebrar su aniversario
mientras aviones digitales buscan
en rituales, conmemorar la muerte de un amigo.
En esta emergencia busco
peligros y sueños para poder sobrevivir
pero la muerte del zorro escritor se fue arriba
a los cielos rosados, con diosito
con estrellas de dolores chicha.
Digito el teclado de mi computador,
comprendo la pena ante la muerte,
Batman explora mi interior obsesivo
y tiene que sufrir el vuelo de cóndores.
En los arenales de Lima sonríe por última vez
el amigo distraído y me susurra al oído
una imagen roja y blanca: Perú. Perú. Perú.
Una vez más en la pantalla del computador
flotan las lejanas letras de mi amigo melancólico
nos recuerdan al ser que partió.
Me envía las últimas fotos para edificar anhelos.
Batman sube al piso tres e inicia el desafío.
A Víctor Vich
Inmanente de bacterias
Batman mira con sombro
el desierto multicolor de Lima.
Gonzalo Portocarrero escribe:
Batman no es una máquina
y no siempre hace lo que debe.
El ser melancólico y crispado de dudas
camina con sus negras botas de metal
sobre el manto sagrado de mi memoria.
Una vez más un rayo plateado sucumbe
ante el desierto fluorescente. Altar.
Esto es una despedida arguediana.
Me encuentro orando dados sobre papeles.
Vallejo mira desde otro desierto
el verano candente de esta Lima loca.
Elevación. Cerros poblados de personas
meditan en su cielo amarillo
y buscan agua para beber nuevos sueños.
Rosa pop en miradas.
La bandera peruana se esparce
como luciérnaga señal en el horizonte.
Víctor Vich me envía fotos de Batman
para celebrar su aniversario
mientras aviones digitales buscan
en rituales, conmemorar la muerte de un amigo.
En esta emergencia busco
peligros y sueños para poder sobrevivir
pero la muerte del zorro escritor se fue arriba
a los cielos rosados, con diosito
con estrellas de dolores chicha.
Digito el teclado de mi computador,
comprendo la pena ante la muerte,
Batman explora mi interior obsesivo
y tiene que sufrir el vuelo de cóndores.
En los arenales de Lima sonríe por última vez
el amigo distraído y me susurra al oído
una imagen roja y blanca: Perú. Perú. Perú.
Una vez más en la pantalla del computador
flotan las lejanas letras de mi amigo melancólico
nos recuerdan al ser que partió.
Me envía las últimas fotos para edificar anhelos.
Batman sube al piso tres e inicia el desafío.
