2 Poemas de "Disección" de Ivonne M. Bernuy


 

El Ruido de una Gota

 

Las gotas cuentan otra cosa

nadie cuenta las gotas.

           Emilio Adolfo Westphalen

 

En este letargo de cama omnipresente
el ruido de una gota tras los vidrios
galopa tras la sombra
de este cuerpo deshojado
por lo inhóspito del brío
de una gota tras de las ventanas

 

Yo susurro en el limbo caníbal
en el tortuoso lamento de una especie
como los grillos florecen

tras los párpados cerrados en la hoguera
como lo etéreo de un recuerdo ambiguo
tatuado en la turba que camina

por plazas y jirones
de faroles y ciegos
donde el amarillo encrespa
ríos de smog
sobre sus pasos

 

(Sigue una gota acechando este silencio
incansable perfora el abismo de mi ombligo
donde tantas veces clavaste tus palabras)

 

Tras su eco me percato
que el ruido de la gota del que hablo
                  es tristemente
              un reloj que vomita
            lo caduco del tiempo
                                   la apoptosis
                                   de codones que nos castra
                                                es decir
                                                 - la muerte -      

  

Hija


El rostro del rocío anida en pétalos y      el sol

decora la curvatura

el pliegue en la inocencia

/de este Cielo/

de saltos de dientes

acróbatas passes deslizándose sobre la viga

dibujando en barras

hoyos de bruma que danzan en círculos
               una sonrisa oropéndola       floreciente en verdad
               el hábitat
que muerde los espacios
donde lacta y mastica
su corporeidad
(semillita celestial, marea)

anatomía de abrigo
con sus brazos, sus piernas
              humanidad erizada
              en gravedad inclinada          

              a este cuerpo giratorio

                             de intestinos que añoran
                             el cordón que nos une
                                   que todavía

                                        alimenta.

  

 

Disección de Ivonne M. Bernuy es la operación lírica de una poeta que se abre al mundo para vivir intensamente, y para cuestionarlo y transformarlo y celebrarlo. Toda escritura poética es una disección del alma, de aquello que está encerrado en el mismo lenguaje y no se puede decir con las palabras cotidianas ni con el pensamiento más racional ni con el balbuceo jadeante del amor en la rex extensa. No es suficiente haber sentido o experimentado el dolor o el éxtasis, y mostrar sus cicatrices; para la poeta es importante guiarnos en ese procesar, en ese escudriñar, en ese explorar el fondo de todo lo vivido para mostrarnos lo esencial, en el límite del lenguaje, donde el decir se conjuga con el silencio. La poesía, en Disección, es esa operación lingüística que nos transforma en seres que decimos, que no solo repetimos mecánicamente. Somos lo que vemos dentro de nosotros, pero también somos lo que sienten los otros. La medicina es para prevenir, curar, sanar y salvar; así como la poesía es la paciente que se disecciona para parir un verso o un poema, venciendo a la muerte.”


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